Espectáculos .- José Ángel mejor conocido como El Coyote platico a los medios de comunicación la opinión que tiene respecto a Peso Pluma, tema que salió debido a que su hijo le pidió de regalo por su cumpleaños un concierto privado de La Doble P.
Puedes seguir leyendo: Julio Preciado se niega a grabar música con el talento joven
El hijo de El Coyote cumplió 13 años de edad y le solicitó al intérprete de ‘Árboles de la barranca’ que de regalo quería tener al jalisciense Peso Pluma tocando en su fiesta, en otras palabras un concierto privado del intérprete de ‘Ella baila sola’.
Ahorita Peso Pluma es el que trae la batuta, tal vez mañana no sea nada
20 millones de pesos es lo que le cobraría Peso Pluma al El Coyote por un show privado o por lo menos eso fue lo que José Ángel compartió con los medios de comunicación, para el cante se le hizo una cantidad exorbitante y todo sería porque su hijo es muy fan de Peso Pluma.
El Coyote declaró no ser fan de sus música y diálogo con su hijo para hacerlo entrar en razón con una sencilla pregunta ¿Qué quieres Peso Pluma o seguir viviendo en la casa donde estamos viviendo?
No le voy a pagar 20 millones de peso por que me cante
Puedes seguir leyendo: ¿Peso Pluma canceló en León porque prefirió presentarse en Indianápolis? Esto se sabe
¿Quién descubrió a Peso Pluma?
El Coyote compartió con los medios un dato que pocos conocen, ¿quién descubrió a Peso Pluma? esta información si era algo que no todo mundo tenía conocimiento y resultó ser un amigo muy allegado a El Coyote “La persona que lo descubrió como cantante, es mi amigo se llama Miguel Ruíz López es de un pueblo que se llama Chilapa Nayarit” dijo.
Reveló que Miguel Ruíz López le retiró el habla y no ha podido comunicarse con él por teléfono ya que no le contesta las llamadas, El Coyote se mostró desconcertado por el hecho.
A la fecha ya son dos de los cantantes con mayor trayectoria Julio Preciado y El Coyote que declaran públicamente el desagrado hacia Peso Pluma, ya sea por su música o por no tener una trayectoria trabajada.
