Correr o caminar: beneficios y contraindicaciones para la salud

¿Quieres empezar a hacer ejercicio, pero no sabes cómo empezar? ¿Te llega la incógnita de qué sería mejor, si correr o caminar? En este artículo te hablamos sobre los beneficios de ambas actividades para que puedas comenzar a cuidar tu salud de la mano del ejercicio.

No podríamos determinar qué es mejor si correr o caminar pues depende mucho del tipo de vida que ha llevado cada persona, así como de sus características y preferencias. Por ejemplo, una persona que ha llevado una vida totalmente sedentaria, que recientemente le acaban de diagnosticar alguna enfermedad crónica, como puede ser diabetes, y a la cual su médico le ha recomendado comenzar a realizar ejercicio, no tendrá la misma exigencia o desgaste que el de una persona físicamente activa, que toda su vida a hecho algún tipo de deporte.

Diversos estudios, incluyendo el elaborado por el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, en Berkeley, California, revelan que correr puede ayudar a perder peso con mayor rapidez que caminar, aunque ambas actividades son saludables de forma uniforme pues no depende de la intensidad, si no de las calorías quemadas durante la realización del ejercicio, esto quiere decir que no depende de la distancia recorrida si no del tiempo invertido.

Lo que sí es muy cierto es que toda persona debería practicar alguna de estas dos actividades, pues la Organización Mundial de Salud, ha identificado la inactividad física como la cuarta causa de mortalidad detrás de la hipertensión, consumo de tabaco y exceso de glucosa en la sangre.

Si eres principiante, tienes sobrepeso, eres sedentario, mayor a 50 años o tienes alguna enfermedad crónica, lo más recomendable sería comenzar con una caminata e ir aumentando el ritmo poco a poco, hasta llegar a un trote o carrera y mediar los ritmos.

Si lo que deseas es mejorar tu estado anímico, es más recomendable correr, ambos favorecen el riego sanguíneo cerebral, ayudan a la memoria, aumentan el rendimiento intelectual, reducen el riesgo de enfermedades o trastornos como el Alzheimer. Aunque el correr proporciona sensaciones de bienestar y euforia, solo caminar no lo hace.

Si tu objetivo es perder peso, ambas actividades pueden ayudar con el objetivo, aunque lo recomendable sería correr o caminar con un ritmo medio-alto, o bien, intercalar los ritmos de forma que se realicen tramos a toda velocidad o potencia y continuar con trote ligero, por ejemplo, 30 segundos a toda velocidad por cada 3 minutos de trote ligero, logrando un total de 10 minutos de ejercicio.

El correr puede ser más rápido en los resultados que el caminar, pero ambas actividades ayudan a los objetivos individuales de cada persona, sin embargo, es recomendable acercarse a algún especialista como entrenador deportivo o nutriólogo para establecer un plan específico a las necesidades requeridas de cada persona.