Leyendas.- Las trágicas historias de origen que tienen algunos lugares emblemáticos en Guanajuato van desde las más sórdidas hasta las que tienen tintes oníricos, y una de las que se encuentre en medio de este espectro, es la de la calle del Truco; ¿conoces su leyenda?
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¿Qué pasó en la calle del Truco, en Guanajuato capital?
Cuenta la leyenda, que a principios del siglo XVII, las pocas calles que había en la ciudad eran bastante concurridas tanto por los oriundos del lugar, como por los españoles.
En la Plaza Grande, del lado izquierdo de la parroquia, se abría una calle pequeña y angosta, en la que existía una casa de tosca arquitectura donde todos los días, desde las seis de la tarde, se reunían varias personas para jugar a los naipes, en especial el juego conocido como el Truco.
Pronto la vivienda fue llamada la Casa del Truco, lugar donde se perdieron inmensas fortunas, lo que originó infinidad de disputas y pleitos, siendo la más seria lo que le ocurrió a Martín Padilla, en 1689.
Este hombre, un rico aristócrata dueño de muchas tierras, perdió toda una noche, al punto de que tuvo que ofrecer a su joven y hermosa esposa frente a Nicolás Jiménez, quien prefirió intercambiarla con José de Herrera por 100 pesos en oro.
Pasaban las tres de la madrugada cuando Herrera pidió a Padilla que le entregara a su esposa. Él le dijo que lo siguiera y, sin pronunciar una sola palabra, atravesaron la Plaza Grande y desde ahí hasta el Cerro del Cuarto, que en ese entonces se hallaba deshabitado.
Herrera y Padilla llegaron a una casa baja, de buena apariencia, y llamaron a la puerta. Una joven hermosa, de elegante porte, con grandes ojos azules, tez blanca, alta y vestida con una bata rosa, apareció con una lamparilla en la mano y dejó entrar a la pareja.
El esposo estaba triste y pensativo, en cambio Herrera, gozoso, admiraba a la joven. Tras un rato de silencio, Martín dijo: “A pesar de todo, es preciso cumplir. Isabel, disponte a marcharte con este caballero; ahora le perteneces”. Y aprovechando el llanto de su hijo, en la habitación contigua, huyó de la casa cuando la mujer fue a ver al niño.
¿Qué pasó con la esposa de Martín Padilla tras ser perdida en la apuesta?
Al regresar a la sala con el niño en brazos, Isabel se encontró sola con Herrera. Sin controlar su miedo cayó al suelo, dejando caer al pequeño que murió al instante tras sufrir un severo golpe en la cabeza.
Herrera quiso levantar a la joven, pero se dio cuenta que tampoco respiraba. Entonces, salió despavorido de la vivienda dejando los cuerpos inertes.
Al día siguiente, se supo en Guanajuato lo que había pasado, por lo que Padilla y Herrera fueron juzgados y condenados a trabajos forzosos en las minas, siendo clausurada para siempre la Casa del Truco.
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