Tampico, Tamaulipas.- El perro indudablemente es el mejor amigo del hombre, y es que sin distinción de raza, estatus social, creencias, o discapacidad, los lomitos nunca dudan en darnos amor y acompañarnos en cada uno de los pasos que damos. Tal es el caso de Don Mario, un hombre invidente que tras haber perdido a su compañero “peludo”, pidió ayuda por varios medios para poder dar con su paradero; y es que de acuerdo a sus palabras, además de ser su guía, ha sido también su único compañero en la vida desde hace más de 6 años. Aquí te contamos la historia de Don Mario y su perrito.
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¿Dónde se perdió el perrito de Don Mario, un hombre invidente?
El hecho fue dado a conocer en Tampico, Tamaulipas, de donde es originario Don Mario, un hombre adulto mayor e invidente, que desde hace poco más de 6 años ha caminado por las calles con la única compañía de “Peluchín”, su perrito lazarillo.
Don Mario contó para Tv Azteca como hace una semana su perrito se perdió, por lo que preocupado, comenzó a pedir ayuda de vecinos y conocidos para poder dar con su paradero. Así fue como la historia de su búsqueda llegó incluso a los medios de comunicación, para quienes Don Mario relató cómo Peluchín era querido por muchos, pues es un perrito muy amigable y juguetón.
“Él me guiaba, si me abría o me decaía (imita el sonido de ladrido) y capeaba yo, y ya buscaba la manera por el oído”, contó Don Mario.
Así fue como por varios días Don Mario tuvo que salir y caminar sin el apoyo de su pequeño lomito; ante esto, fueron sus vecinos quienes comenzaron a apoyarlo y guiarlo para llegar a su hogar cada que lo veían solo por las calles. Pero algo le faltaba a Don Mario, pues se decía triste y esperaba ansioso el regreso de peluchín.
“Que me hagan la caridad de regresarmelo, porque, no le deseo a nadie lo que yo estoy viviendo; a ese perrito nomás le falta hablar, se lo puede decir cualquiera de los que lo conocen”, contó Don Mario con semblante triste, ante las cámaras.
¿Qué pasó con peluchín, el perrito perdido y compañero de hombre invidente?
Fue así como la historia de la búsqueda de Don Mario comenzó a tener notoriedad no solo entre vecinos y conocidos, si no también entre una comunidad aún más grande que decidió poner manos a la obra, y dar con el paradero del peludito de este abuelito.
Días después la ayuda rindió frutos, y con el apoyo de la población, además de varios grupos animalistas, se logró dar con el paradero de “peluchín”, cumpliendo así el tan esperando reencuentro entre Don Mario, y su inseparable compañero de vida y guía.
